¿Qué es un martillo mecánico?

Un martillo mecánico es una máquina perforadora de percusión operada manualmente por una persona, que suele sostenerlo de forma vertical sobre la superficie que se desea perforar.

¿Cuáles son los orígenes de los martillos mecánicos?

El martillo mecánico nace como respuesta a una necesidad imperante de la minería a mediados del siglo XIX. Antes de su llegada, se utilizaban máquinas a vapor para la perforación de las minas, pero esto implicaba grandes incomodidades y riesgos.

Las máquinas de vapor implican la presencia de fuego, cuyo humo no es compatible con la estrechez y falta de ventilación de las minas subterráneas. La fuente de vapor tampoco podía estar muy distante del lugar donde la máquina estaba operando, porque el vapor no se podía transportar sin grandes pérdidas. Además, la excavación de las minas con frecuencia liberaba gases inflamables, como el metano, que invadían los túneles de manera rápida, por lo que el fuego en cercanía aumentaba enormemente los riesgos de explosión e incendio.

Fue así como se desarrollaron los primeros modelos de martillos neumáticos. El aire comprimido podía viajar distancias relativamente largas sin perder su energía, y al ser liberado contribuía a ventilar los túneles. Por supuesto, el potencial económico de estas herramientas rápidamente condujo a una carrera sucesiva de patentes, así como al mejoramiento de los diseños y la producción de otras variedades.

Otros ámbitos en los que los martillos mecánicos fueron ampliamente utilizados fueron la construcción de túneles y de vías férreas.

¿Qué tipos de martillos mecánicos existen?

• Martillo neumático: funciona con aire comprimido, que llena el émbolo, empujando la cabeza del martillo. El aire viene de una máquina independiente, llamada compresor, que está conectada a la empuñadura del martillo a través de una válvula.
  A este tipo de martillo se pueden acoplar diversos accesorios, como cinceles y barrenos, para realizar con más eficiencia trabajos distintos.
   El martillo neumático se utiliza preferentemente para superficies horizontales, dado que su forma, tamaño y peso no son las ideales para un trabajo vertical.
• Martillo hidráulico: funciona con el mismo principio físico que el martillo neumático, pero en lugar de necesitar aire comprimido, utiliza fluido hidráulico. Suele usarse acoplándolo a otra máquina, como un tractor, minicargadora, retroexcavadora, etc.
  Aunque se usa en superficies horizontales, este es el tipo de martillo ideal para trabajar superficies verticales, por lo que se prefiere en la minería. Su diseño sigue siendo muy similar al de los primeros martillos hidráulicos, de finales del siglo XIX.
  A su vez, este tipo de martillo puede dividirse en:
  • Alta presión, que usa un acumulador de presión de membrana.
  • Alta presión más gas, que tiene un acumulador de nitrógeno.
  • Presión de gas.
  • Baja presión.
• Martillo eléctrico: es más pequeño, requiere menos especialización para su uso y su capacidad también es más limitada. Suele utilizarse para trabajos de carácter más doméstico.

¿Para qué se usa un martillo mecánico?

Se usa normalmente para:

• Romper pavimentaciones.
• Hacer agujeros de grandes dimensiones.
• Demoler paredes o estructuras pequeñas.
• Levantar terrenos endurecidos.
• Perforar roca.
• Abrir canaletas para tuberías y cableado.
• Desmontar revestimientos cerámicos.

¿Qué medidas de seguridad deben adoptarse al utilizar un martillo mecánico?

El martillo mecánico, a pesar de ser una máquina relativamente pequeña, exige muchas medidas de seguridad debido a lo expuesta que suele estar la persona que lo opera. Para emplear un martillo mecánico es indispensable utilizar:

• Zapatos de seguridad con puntera reforzada.
• Gafas protectoras.
• Casco antigolpe.
• Guantes de trabajo antivibración.
• Protector acústico.
• Mascarilla con filtro mecánico.

¿Qué consecuencias para la salud puede tener el uso sostenido del martillo mecánico?

El uso de un martillo mecánico, especialmente neumático, de manera prolongada puede acarrear diversos problemas de salud. Los principales son:

• Síndrome de Raynaud: desorden vascular que afecta, en el caso de los operadores de martillos mecánicos, los dedos de las manos. Produce adormecimiento, hormigueo, entumecimiento, sensación de frío, calambres y cambio de color de la piel (a blanco y azul).

• Síndrome del túnel carpiano: el túnel carpiano es el canal por donde entran los nervios a la mano. Cuando un nervio se inflama —por ejemplo, a causa de pequeños y constantes traumatismos causados por la vibración de un martillo mecánico—, los nervios se comprimen dentro del túnel carpiano, causando dolor, debilidad, entumecimiento, hormigueo y mayor sensibilidad al frío.

• Acúfenos o tinnitus: es la percepción constante de un ruido en uno o ambos oídos. No se trata de sonidos que provengan del exterior, sino de una afección interna que, entre otras cosas, puede ser causada por la exposición prolongada a ruidos fuertes, como los elevados decibeles de los martillos mecánicos.