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¿Qué es una condensadora?
Una unidad condensadora (CDU, por sus siglas en inglés) es un aparato que se usa en los sistemas de refrigeración para condensar y llevar de estado gaseoso a líquido la sustancia refrigerante que circula en su interior.
En los sistemas de aire acondicionado, la unidad condensadora es una de las tres estaciones fundamentales del sistema de enfriamiento y se encuentra, normalmente, fuera del recinto a enfriar.
¿Cuál es la función de una condensadora?
Reducir la temperatura del refrigerante que ha llegado a estado gaseoso, llevándolo de vuelta a estado líquido, para hacerlo recircular en el sistema de refrigeración.
¿Qué aplicaciones tiene una condensadora?
Las CDU se presentan en una increíble variedad de tamaños y diseños tan heterogénea como sus aplicaciones. Las hay de tamaño industrial para centrales eléctricas con turbinas de vapor, pasando por sistemas de refrigeración de la industria alimenticia y laboratorios químicos, hasta refrigeradores y aires acondicionados domésticos.
¿Cómo funciona una condensadora?
En general, las unidades de condensación cuentan con:
- Una bobina o tubería serpenteada por donde debe pasar el gas a condensar.
- Un ventilador que sopla aire por fuera y ayuda a disipar el calor de la tubería.
- Un compresor que mantiene el refrigerante de la tubería en movimiento.
Este ciclo es el que permite que el gas baje su temperatura y regrese a estado líquido para volver a circular.
¿Qué otras condensadoras existen?
Otras típicas unidades de condensación son las superficies de condensación de plantas de vapor. En los sistemas de vapor, se calienta agua hasta hacerla hervir; la presión de ese gas caliente se usa para mover turbinas y generar energía; y el condensador recupera el agua para volverla a llevar al ciclo. Sin el uso de la condensadora, el desperdicio de vapor sería tal que la tecnología resultaría inviable.
De igual manera, y visto de una forma muy esencial, un alambique es también una herramienta condensadora que permite destilar una sustancia, sometiendo a la misma a calentamiento y volatilización, y haciéndola pasar por un conducto, generalmente en forma de bobina, que permite que el gas vuelva a bajar a temperatura de condensación.