¿Qué es una carga estática?
La carga estática, también llamada carga fija, es aquella carga constante, que no varía en el transcurso del tiempo. Para considerar que una carga es estática, debe tener magnitud, dirección y ubicación invariables.
¿Qué tipos de cargas estáticas existen?
Algunas de las cargas estáticas pueden ser:
- Permanentes: son las cargas estructurales, o cargas muertas. Están constituidas por todos los elementos estructurales y no estructurales de un edificio; es decir, por su propio peso.
- De asentamiento: se produce cuando el peso de la estructura ocasiona el hundimiento del suelo en el que reposa. Esto puede ocasionar el asentamiento diferencial de la estructura; es decir, que exista una diferencia entre el punto de apoyo de una parte de la estructura y otra. Estas diferencias deberían ser salvadas por las cimentaciones y no deberían ocasionar ningún problema estructural.
- Accidentales: son aquellas que se derivan del uso de la estructura, así como de las condiciones climáticas en las que se encuentra ubicada. Algunas de estas son:
- Carga viva.
- Cargas ambientales relativas a la lluvia y a la nieve (pero no al viento ni a los movimientos sísmicos, que se consideran cargas dinámicas).
La deformación de las estructuras frente a las cargas estáticas alcanza su cénit cuando la fuerza estática es máxima.
¿Qué es la estática aplicada?
Es la rama de la mecánica que estudia el equilibrio de cuerpos rígidos. Esta disciplina es fundamental para el análisis de estructuras en la Ingeniería Civil.
¿Cuál es la diferencia entre una carga estática y una carga dinámica?
Las cargas estáticas son aquellas que se pueden considerar constantes a lo largo de la vida de una estructura, mientras que las cargas dinámicas se presentan de manera repentina y sus características varían cada vez que se presentan, incluso dentro de una misma ocurrencia.
Las cargas dinámicas generan sacudidas y vibraciones en las estructuras, a diferencia de las cargas estáticas, que permanecen, o aparecen y desaparecen de forma lenta y gradual, sin variar de forma rápida su magnitud.
Algunos ejemplos de cargas dinámicas son: el efecto del viento y los movimientos sísmicos.