Sistema de riego
¿Qué es un sistema de riego?
Se le llama sistema de riego al conjunto de estructuras que permiten aplicar agua al suelo, generalmente para proporcionar suficiente hidratación a un cultivo. Normalmente está compuesto de tubos, bombas hidráulicas y aspersores.
¿Para qué se utilizan los sistemas de riego?
Los sistemas de riego se utilizan para garantizar que grandes extensiones de vegetación reciban suficiente agua, minimizando el esfuerzo humano, así como las pérdidas de recursos hídricos.
Algunas de las aplicaciones más importantes de los sistemas de riego son:
- Agricultura.
- Mantenimiento de áreas verdes a lo largo de las carreteras.
- Riego de parques y jardines públicos y privados.
¿Qué tipos de sistema de riego existen?
Los sistemas de riego deben adaptarse a:
- La vegetación.
- Las características del terreno en el que se encuentra la vegetación.
- Las condiciones climáticas.
Según el lugar en el que se aplica el agua, el riego puede ser:
- Superficial.
- Subterráneo.
- Localizado.
Según los sistemas utilizados, el riego puede ser:
- Por surcos
Es uno de los sistemas de riego más tradicionales y antiguos. Consiste en la excavación de surcos a lo largo del cultivo por los cuales baja el agua gracias al efecto de la gravedad.
Por razones obvias, este tipo de riego se puede implementar únicamente en terrenos con determinadas características topográficas. Sin embargo, gracias a sus características, permite el aprovechamiento de recursos naturales (ríos, pendientes, etc.) y minimiza la inversión energética.
Es un sistema de fácil implementación, pero es poco eficiente (necesita grandes cantidades de agua), y las malas prácticas pueden reducir su eficiencia aún más. El riego por surcos es de difícil aplicación en temporadas de sequía extrema; tampoco permite la automatización, ni el control de flujos. Otros riesgos del riego por surcos es el drenaje incorrecto, que puede ocasionar empozamientos.
- Por aspersión
Los aspersores, conectados a mangueras, son dispositivos capaces de arrojar agua en una dirección y con una distancia variable según la presión. El agua de los aspersores se difunde de manera similar a la lluvia, y su alcance oscila entre los 10 y los 60 metros de distancia.
La ubicación de los aspersores es fundamental para evitar sobrerriego y empozamiento de aguas, y también zonas muertas que no reciban agua. Por otro lado, la presión debe regularse según la superficie a regar y el tipo de plantas, para evitar que las hojas sufran daños.
El riego por aspersión puede hacerse utilizando aspersores fijos (clavados en la tierra) o móviles. Los aspersores fijos se utilizan para superficies poco extensas y con mayores requerimientos estéticos (como los parques y jardines). Por su parte, los aspersores móviles suelen utilizarse en grandes cultivos, tanto en zonas planas como inclinadas, y tienen diferentes patrones, que les permiten distribuir el agua de manera más eficiente.
Además de proporcionar humedad en la tierra para la nutrición vegetal, los aspersores cumplen otras funciones que la lluvia realiza en la naturaleza, como la limpieza de las hojas de polvo y otras partículas. Sin embargo, esto también puede tener consecuencias negativas en cierto tipo de vegetación que requiere riego directo a las raíces y que es propensa a desarrollar hongos y otras enfermedades si acumula demasiada humedad en las hojas.
El riego por aspersión utiliza menos agua que el sistema de riego por surcos, pero más que el riego por goteo.
- Por goteo
También llamado riego gota a gota, consiste en un gotero instalado a lo largo de una manguera o tubería, que deja caer gotas de agua directamente en la zona de las raíces de las plantas.
Este tipo de riego, muy localizado, reduce la proliferación de vegetación indeseada. Se utiliza en zonas en las que los recursos hídricos son muy limitados, porque minimiza la dispersión.
Las principales desventajas de este sistema de riego son la inversión inicial, la dificultad en el mantenimiento (por posible obstrucción en los sistemas de goteo) y que no puede ser utilizada en cultivos que implican arado, porque la tierra no puede ser removida después de su instalación.
- Por exudación
Consiste en una manguera porosa que se entierra a una profundidad aproximada de 10 cm. A diferencia del riego por goteo, este sistema no es localizado, sino que humedece el suelo entero. Gracias a que se aplica de forma subterránea, el agua de riego no se evapora.
El riego por exudación requiere una instalación menos compleja respecto a otros tipos de riego, y permite el cambio de los cultivos. Otra ventaja es que funciona con presiones bajas y variables. Sin embargo, las mangueras son propensas a obstruirse debido a los sedimentos del agua y por la proliferación de algas y moho.
Algunos sistemas de riego aprovechan el agua de lluvia como fuente de alimentación gracias a la instalación de tanques recolectores. Esto aumenta la sostenibilidad de los sistemas, especialmente para plantas en espacios cerrados (invernaderos, jardines de interior, etc.), que no reciben otro tipo de irrigación que no sea la artificial.
Estos son algunos de los sistemas más conocidos y utilizados. Sin embargo, existen otros sistemas menos comunes, como el riego por inundación, célebre por su utilización en los cultivos de arroz.
¿Qué son los sistemas de riego inteligentes?
La nueva frontera de los sistemas de riego es la incorporación de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación). Gracias a las aplicaciones tecnológicas es posible maximizar la eficiencia de los riegos (uso de menos recursos hídricos con mejores resultados) y conseguir cultivos más saludables.
Los principales elementos del riego inteligente son: estaciones climáticas que ayuden a predecir las exigencias hídricas de las plantas, sensores de humedad del suelo, sondas de succión para medir el nivel de nutrientes en los suelos e instalaciones de energía solar para la alimentación de los sistemas.