Ozono

¿Qué es el ozono y dónde se encuentra?

La molécula de ozono (O₃) está compuesta por tres átomos de oxígeno (O). En la naturaleza se encuentra en la atmósfera, en forma gaseosa e incolora, y a diferentes concentraciones entre los 10 y los 40 kilómetros de altitud sobre el nivel del mar.

Las mayores concentraciones de ozono se encuentran en la estratósfera, a partir de los 15 kilómetros de altitud, donde se forma por disociación de las moléculas de oxígeno a causa de la radiación ultravioleta. La zona de la estratósfera con mayores concentraciones de ozono se denomina capa de ozono u ozonosfera.

En contextos industriales, el ozono también es conocido como oxígeno activado.

¿Qué tipos de ozono existen?

Se distinguen tres tipos principales de ozono:

• Ozono atmosférico: el que se encuentra en el aire de forma natural, con una densidad variable, pero muy baja.
• Ozono estratosférico: el que forma la capa de ozono. En esta capa se reúne el 90% del ozono que existe en la atmósfera terrestre, y tiene un espesor de unos 40 kilómetros. La capa de ozono absorbe casi el 100% de la radiación ultravioleta de alta frecuencia que proviene del sol, permitiendo la vida terrestre como la conocemos. Durante los años 70, la capa de ozono sufrió importantes pérdidas de densidad a causa de compuestos clorofluorocarbonados (CFC) generados por diversas actividades humanas. A este fenómeno se le conoce como agujero de la capa de ozono, y ha generado preocupación desde entonces. Gracias a una serie de medidas introducidas durante los años 80, los niveles de ozono se estabilizaron durante la década siguiente, y en los 2000 empezó a revertirse el proceso. Hoy en día la capa de ozono se encuentra casi restaurada y los estudios científicos apuntan a que estará completamente regenerada en un par de décadas.
• Ozono troposférico u ozono ambiental: lo liberan las reacciones fotoquímicas entre los compuestos orgánicos volátiles (COV) desprendidos de la combustión y los óxidos de nitrógeno (NOx). Forma parte del denominado smog fotoquímico, que se aprecia en forma de neblina sobre las zonas contaminadas, especialmente en los meses de calor. Este tipo de ozono también se conoce como ozono malo y es nocivo para la salud.

¿Cuáles son las principales aplicaciones del ozono?

La primera aplicación práctica para el ozono es la purificación de aire y agua. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el desinfectante más eficiente. Las ventajas de los procesos de purificación con ozono respecto a otros son muchas:

• Elimina eficazmente virus, bacterias, algas, esporas y hongos.
• Reduce los Sólidos Disueltos Totales (TDS) y los Sólidos Suspendidos Totales (SST) del agua.
• Reduce el Total de Partículas Suspendidas (TPS) en el aire.
• No deja residuos.
• No afecta el pH.
• Elimina los olores.
• Las reacciones producen únicamente oxígeno, por lo que los procesos no son contaminantes.

Gracias a todas estas virtudes, el ozono tiene amplias aplicaciones en:

• Plantas de tratamiento de agua.
• Desinfección de piscinas, spas, parques acuáticos y otras formas de entretenimiento relacionadas con el agua.
• Mantenimiento de acuarios y abrevaderos en zoológicos y otras estructuras relacionadas con la protección animal.

A nivel industrial, el ozono se utiliza para:

• Fabricar diversos productos de salud e higiene.
• Desinfectar frutas y verduras en procesos agroindustriales.
• Blanquear la pulpa de papel sin utilizar derivados del cloro.
• Llevar a cabo distintos tratamientos relacionados con la salud y la estética.
• Piscicultura.

¿Cuáles son las desventajas del uso del ozono a nivel industrial?

Debido a su alta inestabilidad y reactividad, el ozono no puede ser almacenado y transportado para su aplicación, sino que exige ser producido in situ, por lo que los procesos industriales que lo involucran deben incluir su producción.

Usualmente, la producción industrial de ozono se lleva a cabo utilizando una fuente relativamente pura de oxígeno y un generador de ozono, que produce una alta tensión eléctrica conocida como efecto corona. Se trata de un fenómeno eléctrico que se produce por la ionización de un gas.