¿Qué es una bicicleta eléctrica?
Se llama comúnmente bicicleta eléctrica a los vehículos de dos ruedas dotados de un sistema de tracción híbrido que asiste en la propulsión: por una parte, funcionan como bicicletas tradicionales, con pedales que sirven para realizar la tracción por medio de las piernas del propio conductor; por la otra, poseen un sistema con batería y motor eléctrico que permite una tracción asistida para reducir el esfuerzo físico del conductor y facilitar el recorrido en tramos empinados o largas distancias.
No debe confundirse a las bicicletas eléctricas con los ciclomotores. En la bicicleta eléctrica o pedelec, la asistencia motorizada se activa mientras el conductor pedalea. La condición del pedaleo necesario y la limitación de potencia del motor son las principales diferencias frente a los ciclomotores, que son vehículos motorizados que también poseen pedales, y que pueden funcionar independientemente con tracción motorizada o por medio de estos.
¿Cuál es la potencia de las bicicletas eléctricas?
Por lo general, las bicicletas eléctricas tienen un límite de asistencia que llega hasta los 25 kilómetros por hora. Existen bicicletas eléctricas con capacidades de velocidad superiores, conocidas como s-pedelec, pero suelen requerir permisologías similares a las de un ciclomotor.
La potencia de las bicicletas eléctricas se mide en vatios (W). La mayoría de las bicicletas eléctricas destinadas al uso urbano tienen una potencia de 250W, aunque hay modelos que alcanzan los 1,5 kW.
La mayoría de las pedelec en la actualidad utilizan baterías de iones de litio (Li-ion). La capacidad de la batería puede variar según el modelo, pero generalmente están en el rango de los 400 y los 500 Vatios-hora (Wh), lo que permite recorrer distancias de entre 30 a 100 kilómetros con una sola carga, dependiendo del nivel de asistencia utilizado y el terreno. Las baterías suelen ir instaladas en el cuadro de la bicicleta o en el portaequipaje. Algunos modelos de bicicletas están diseñados para que la batería no pueda removerse y otros, en cambio, permiten que esta pueda extraerse cómodamente para llevarla a una toma eléctrica para su carga.
¿Qué impacto ecológico tienen las bicicletas eléctricas?
Las bicicletas eléctricas han tenido una enorme expansión en los últimos años. Esto se debe a los avances en cuanto a movilidad eléctrica y al viraje hacia tecnologías más limpias que exige el mercado.
Si se compara a la ligera una pedelec con una bicicleta tradicional, se puede pensar erróneamente que la bicicleta eléctrica tiene una huella de carbono superior por poseer una tecnología más complicada, que implica el uso de más componentes, entre los que están las partes eléctricas, los circuitos electrónicos y la batería. Sin embargo, es importante tener en cuenta su impacto, no solo en el momento de la fabricación, sino en relación con sus destinatarios y las prestaciones que ofrecerá esta tecnología a lo largo de su vida útil.
En términos de ecología y sostenibilidad, la bicicleta eléctrica no compite contra la bicicleta tradicional, sino contra otros medios de transporte mucho más contaminantes, porque puede ofrecer una alternativa más sostenible para cubrir las necesidades de movilidad urbana de un universo más amplio de posibles usuarios que el de la bicicleta tradicional. La bicicleta eléctrica no sólo es atractiva y viable para ciclistas habituales, sino también para usuarios de otras formas de locomoción, como los conductores de motocicletas y automóviles, e incluso para aquellos que prefieren los medios de transporte público como el metro, los autobuses u otros.
Según estimaciones, la huella de carbono de una bicicleta eléctrica es de 15 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. Esta cifra contabiliza no solo el consumo eléctrico de la batería junto a la emisión para producir el alimento que consumiría un humano para disponer de la energía necesaria para hacer el recorrido, sino que también incluye la proporción correspondiente a las emisiones de CO2 que se hicieron al momento de la fabricación de la bicicleta eléctrica. Por su parte, la huella de carbono de la vida útil de un coche es más de 13 veces superior por cada kilómetro recorrido.
Las bicicletas eléctricas, tanto personales como públicas, son un elemento cada vez más presente dentro de los proyectos de desarrollo de ciudades inteligentes y planes de movilidad sostenible.