Hormigón
¿Qué es el hormigón?
El hormigón es un material de construcción hecho a base de cemento, arena y gravas o piedras, y es uno de los más utilizados en obras de arquitectura e ingeniería a nivel mundial. Unas de sus principales características es su alta maleabilidad, gran consistencia, bajo coste y rápido secado.
¿Cómo hacer hormigón?
La clave de hacer hormigón está en conseguir una masa homogénea a partir de la mezcla de los materiales que lo componen: aglomerantes (cemento), agregados áridos (grava o arena) y agua. Las proporciones variarán según el uso que se le dé al material. Mientras más líquido se añade, más manejable será, pero también resultará menos resistente.
En primer lugar, hay que unir los materiales secos, es decir, el cemento, la arena y la grava, hasta que todo se haya homogeneizado. El indicador de que esto ha ocurrido es que la mezcla toma el color grisáceo del cemento. Luego, se debe añadir el agua poco a poco, para mezclar progresivamente y evaluar la consistencia que va adquiriendo el hormigón.
¿Cuáles son los tipos de hormigón que existen?
Existen distintos tipos según su uso, propiedades, estética, método de construcción o durabilidad:
- Hormigón en masa: es el que se utiliza en grandes volúmenes, con dimensiones superiores a los tres metros. Cuando se emplea de esta manera, es necesario poner especial atención en los efectos de agrietamiento, que ocurre por el choque térmico entre la parte interna del hormigón (que puede estar caliente por el proceso de hidratación del cemento) y la parte externa (que suele enfriarse con mayor rapidez).
- Hormigón estructural: suele utilizarse en cualquier tipo de obra civil o edificación, y su característica principal es que busca ampliar la durabilidad de estas.
- Hormigón ligero: también llamado celular, es una variedad que busca reducir la densidad y mejorar el aislamiento térmico y acústico. Además, suele utilizarse para regularizar suelos desnivelados, aligerar estructuras o rehabilitar cubiertas en mal estado.
- Hormigón armado: consiste en unir el hormigón con una estructura metálica de hierro para brindar mayor resistencia a la estructura. Es uno de los más usados en construcción de túneles, puentes, edificios, caminos, columnas, etc.
- Hormigón pretensado: busca mejorar la debilidad natural del hormigón a la tracción, por lo que se construye de manera industrial con acero, sometiéndolo a acciones de compresión antes de ponerlo en uso. Este tipo de hormigón ofrece mayor soporte a las estructuras, reduciendo la incidencia de fisuras y agrietamientos.
- Hormigón pulido: ideal para alisar las superficies, ofreciendo pavimentos más resistentes a humedad y grietas, además de permitir el paso de maquinaria pesada sin que se vea afectado el material.
¿Cuáles son las ventajas del hormigón frente a otros materiales?
El hormigón es uno de los materiales más utilizados en construcción porque se considera de los más ventajosos del mercado:
- Es de fácil acceso gracias a lo común de sus componentes.
- Es de rápida adaptación según sus propósitos estructurales.
- Reduce los riesgos de permeabilidad.
- Tiene larga durabilidad, gracias a la calidad de sus propiedades.
- Es dúctil y maleable.
- Es resistente al calor y, por lo tanto, a deformaciones o derrumbamientos.
- Tiene alta resistencia a la compresión, flexión, corte y tracción, convirtiéndolo en un material muy seguro.
- Requiere poco mantenimiento.
¿El hormigón es sostenible?
Una parte significativa de las estructuras a nivel mundial está hecha a base de hormigón. Su uso está, cada vez más, vinculado a decisiones de sostenibilidad, pues es un material 100% reciclable, contribuye con la eficiencia energética de los edificios, reduce la emisión de CO2 y la temperatura en ambientes urbanos, etc. Estas son algunas de sus características:
- Respeto al medio ambiente: el hormigón tiene la capacidad de absorber el carbono de la atmósfera y reducir la cantidad de CO2 en el aire. A esto, se le llama efecto de sumidero de CO2, que lo convierte en un recurso estrella en materia de sostenibilidad.
- Contribución a la eficiencia energética global: el hormigón tiene la cualidad de ser un aislante térmico, lo cual permite que se reduzca el consumo energético como consecuencia de los picos de temperatura, minimizando el coste energético de los edificios, así como también colaborando en la reducción de gases de efecto invernadero implicados en la producción de energía.
- Alta resistencia: el hormigón le confiere a edificios y puentes mucha fortaleza ante el fuego o fenómenos naturales como los terremotos, mejorando el servicio de las estructuras y su nivel de seguridad social.
- Garantía de calidad de vida a los ciudadanos: el hormigón tiene la cualidad de proveer una elevada durabilidad a las infraestructuras, permitiendo su conservación con pocos gastos de mantenimiento.