Londres, Reino Unido
Estación de FarringdonA lo largo de los pasillos interminables cubiertos de paneles punteados, es difícil recordar los miles de toneladas de tierra que una vez ocuparon ese espacio.
En su lugar, a 40 metros de profundidad, bajo la ciudad más poblada de Europa, oculta por sus techos de hormigón en forma de diamante, se levanta la estación de Farringdon.
Las paredes de la nueva estación, dentro del proyecto Crossrail, la nueva línea de tren rápido bajo el suelo de Londres, guardan también vestigios de su historia. No es para menos. La de Farringdon es una de las pocas estaciones que siguen operativas desde la construcción del primer metro de la capital británica, el primero del mundo. En funcionamiento desde 1863, en Farringdon terminaba el Metropolitan Railway.
Crossrail, filial de Transport for London, adjudicó al consorcio participado a partes iguales por Ferrovial Construcción, BAM Nuttall y Kier Construction (BFK).
Muchos de los materiales de la estación que ha estado operativa hasta ahora se han reutilizado en la construcción de la nueva terminal. El hormigón antiguo ha tomado una nueva vida como material de relleno, en lugar de acabar sus días como residuo.
Sobre el suelo, el cemento y el acero también han ganado protagonismo, dando forma a los impresionantes techos de la estación. Inclinados 20 grados y construidos con 425 toneladas de segmentos prefabricados de hormigón, se han convertido en el símbolo de la nueva Farringon. Formando un patrón del diamante, los techos han sido inspirados en la comunidad de minoristas de joyeros, Hatton Gardens, en las cercanías de la estación.
Lejos del pasado del Metropolitan Railway, la red de comunicaciones que recorre el subsuelo de Londres no deja de crecer. De hecho, cuando el proyecto Crossrail esté plenamente operativo, se incrementará la capacidad de transporte ferroviario de la ciudad del Támesis en un 10%. Entonces, la estación de Farringdon será una de las más concurridas del Reino Unido. La usarán 140 trenes y 150.000 personas cada hora y tendrá conexión directa con tres de los cinco aeropuertos de Londres.