Madrid, España
Lorem ipsumDurante un tiempo breve, el Retiro de Madrid se dio un aire como de Sudeste Asiático. Fue un verano más caluroso de lo normal hace 130 años.
Medio centenar de igorrotes, tinguianes y carolinos, algunos de los pueblos que habitan Filipinas, tomaron el parque. Y en el centro, envuelto en un manto de cristal, un vergel de plantas tropicales traídas de las islas del cinturón de fuego del Pacífico.
La llamada Exposición de Filipinas de 1887, que buscaba estrechar las relaciones entre España y un país que pronto dejaría de ser su colonia, fue también la presentación en sociedad del Palacio de Cristal, una estructura que aún hoy domina el perfil del parque del Retiro. Fue construido para la exposición y diseñado por el arquitecto Ricardo Velásquez Bosco, quien se inspiró en el Crystal Palace de Londres, levantado a mediados del XIX.
Como un gigantesco invernadero, el edificio hace honor a su nombre. La estructura es un esqueleto metálico que sostiene una cubierta de cientos de placas de cristal. Imitando la sección de una basílica, el palacio cuenta con un cuerpo central más alto y ancho apoyado en dos naves laterales más bajas. El conjunto arquitectónico, que crea un espacio transparente y luminoso, pero protegido del frío, marca también el inicio de la arquitectura de hierro en España.
El Palacio de Cristal sobrevivió casi 100 años sin apenas retoques, aunque hacia mediados del siglo XX su aspecto se alejaba mucho del original. Dos restauraciones, una en 1975 y otra más profunda entre 1994 y 1998, le devolvieron el esplendor de sus inicios. El segundo de estos procesos, desarrollado por la conocida como Ferrovial Agroman (ahora Ferrovial Construcción) y dirigido por José de la Dehesa, sirvió para consolidar la estructura metálica, renovar las instalaciones y reintegrar elementos decorativos perdidos. Hoy, el edificio vuelve a servir de espacio de exposiciones en el centro de la ciudad.