Tras 90 años en funcionamiento, el aeropuerto de Glasgow se parece poco al que fue inaugurado en 1933. De los edificios originales ya solo queda en pie el de la primera terminal, construida en 1966. La cara del aeropuerto ha cambiado desde que Ferrovial lo adquirió en 2006.

El principal aeropuerto de Escocia ha despegado en los últimos 15 años, emprendiendo proyectos como las obras en edificios y zonas de servicios o la Digital Passenger Experience, un proyecto destinado a reforzar la experiencia de los pasajeros en Glasgow, antes y después de subirse a un avión. 

De entre las obras realizadas desde 2006, destacan la construcción de un espacio de estacionamiento rápido justo a la puerta de las zonas de llegadas y salidas para dejar y recoger viajeros de forma ágil, la modernización y la ampliación de las terminales y la construcción y la gestión de la Sala Lomond, una sala de espera exclusiva de 419 metros cuadrados que ha convertido el de Glasgow en el aeropuerto con mayor oferta de salas VIP de Escocia. 

Cerca de una veintena de aerolíneas incluyen Glasgow en sus rutas, tanto hacia otras ciudades de Reino Unido como hacia el resto de Europa y el mundo. El aeropuerto se ha transformado en un agente dinamizador del desarrollo económico del oeste de Escocia. Da empleo directo a 187 personas y genera 5.500 puestos de trabajo adicionales. En total, entre mercancías y pasajeros, supone una contribución estimada de 1.440 millones de libras para la economía de la zona.