En el campo de los grandes puentes para vías de comunicación se han producido a lo largo de los años importantes innovaciones tecnológicas tanto en materiales como en procedimientos constructivos, que han permitido salvar luces y alturas cada vez más grandes.

Hemos intervenido de forma activa en este proceso, proyectando y construyendo numerosas estructuras, algunas realmente singulares, desarrollando sistemas propios de construcción, y superando retos que en ocasiones suponían batir récords sobre lo anteriormente construido.

En nuestra gran experiencia destaca la construcción de todas las tipologías de estas magníficas estructuras como: viaductos atirantados, arcos, viaductos de voladizos sucesivos, viaductos de cimbra autolanzable, viaductos de tablero empujado (con dintel metálico o de hormigón) y viaductos con tablero de dovelas prefabricadas.

En España tenemos ejemplos muy significativos, tanto por su longitud, como por la dificultad del terreno que salvan. Por ejemplo: el Viaducto de Montabliz, con una longitud de 721 metros, uno de los más largos del país; el Viaducto de Castilblanco, de 437 metros de longitud; o el Viaducto del Barranco de Erques, en la Isla de Tenerife, con arcos de 110 metros de largo.

A medida que mejoramos la técnica, conseguimos que los puentes salven distancias más grandes: como el Puente de los Tilos, que permite un salto de 255 metros sin apoyos intermedios sobre el Barranco del Agua, en la isla canaria de La Palma.