Cantabria, España
Viaducto de MontablizNunca nadie vivió en Montabliz. Aun así, a pesar de que no llegó a tener habitantes más allá de algún ocupante ocasional de la estación de ferrocarril, hoy en desuso, se ha ganado la fama de pueblo deshabitado.
Durante décadas, fue necesaria la presencia de personal técnico que hiciese posible el paso de los trenes que circulaban entre Bárcena y Pesquera, en Cantabria. El gran desnivel existente y el trazado de una sola vía desafiaban a los conductores más diestros. Por eso allí se construyó una pequeña estación, y los trabajadores iban y venían.
Situado en el tramo de la autovía A67 y construido por Ferrovial Construcción, supone un autentico hito. Con una longitud de 721 metros, salva la vaguada del río Bisueña, pasando en el punto más alto sobre el fondo del valle.
Pero nunca existió un pueblo llamado Montabliz. El nombre lo toman los bosques encantados de la cuenca del río Besaya. Y lo toma también el puente más alto de España, que hoy salva ese desgarro geológico que en su día convirtió una vía de tren en un amago de pueblo que nunca llegó a ser pueblo.
El viaducto de Montabliz se levanta sobre el bosque y sobre el pequeño río Besueña que discurre por el fondo del valle. Observado desde abajo, entre los robles y las hayas, el puente vuela tan arriba que se pierde la perspectiva y es imposible imaginar su altura. Solo queda aprenderse la cifra de memoria: 198 metros en su parte más elevada, lo que a día de hoy lo convierte en el puente más alto de España y uno de los más alto de Europa.
El viaducto, situado en un tramo de la autovía A67 que une Cantabria con la Meseta, no solo da la impresión de estar a punto de alzar el vuelo por su altura. Con una longitud de 721 metros separada en cinco vanos, una planta curva de 700 metros de radio y un perfil longitudinal en pendiente, la obra parece siempre lista para despegar, aunque nunca levante los pies del suelo.